
martes, 11 de mayo de 2010
Mi eterna diesialgoñera....

viernes, 7 de mayo de 2010
Sueños de Futuro... Regalos del Presente

martes, 4 de mayo de 2010
No te enamores....

jueves, 25 de marzo de 2010
Cap 2. Mama.. Papa.. Hermanos???

"Vive en paz en el hogar de tu propio ser y el mensajero de la muerte no será capaz de tocarte." Guru Nanak
MEREDITH PVO
Tenía su mirada clavada en la mía, es guapísimo, veía algo que me perturbaba pero no sabía que, además ¿Qué andaba haciendo yo viendo en ventanas?, no lo sé, pero desde el momento en el que baje del carro, lo había visto, aunque disimuladamente…
-¿Qué ves?- salte al oír la voz de David a mis espaldas.
-Yo no veo a nadie- dije con mi respiración acelerada por el susto de David, comenzó a caminar hacia mí y se asomo por la ventana, en cuando el chico del balcón vio a David se dio la vuelta y se fue.
-¿Yo no pregunte a quien, dije que ves?- no me di cuenta que yo solita me había echado de cabeza.
Se rio de mi comentario y me dio un leve casi nulo golpecito en la cabeza, la verdad, es que se dio cuenta que había estado viendo al tipo del balcón, pero no dijo nada, el sabia tanto como yo, en lo que estaba metida, y hace mucho tiempo había dejado de insistirme que saliera en citas y esas cosas, además, yo ya había perdido la ilusión de enamorarme, esas cosas no funcionaban conmigo, ame una vez, me fue suficiente, y no estoy muerta de milagro.
Estaba sentada en un costado de la cama, viendo un portarretrato que tenía en una de las mesitas de noche, esa foto siempre iba conmigo, es lo más valioso que tengo, en ella se veía a…
-Hable con Helen- interrumpió Amaya desde la entrada de mi cuarto, gire mi cabeza y le vi en todo su esplendor, la verdad es que Amaya es la mujer más bella que yo haya conocido.
También me di cuenta que ellos me veían con nostalgia, no me gustaba que me vieran así, pero podía suponer lo que estaba pasando por sus cabezas, decidí mejor darle otro rumbo a la conversación y deje la fotografía en su lugar.
-¿Está bien Helen?- dije un poco preocupada.
-Si ella está bien, de hecho está muy bien, se encuentra en las locaciones que están frente a nosotros, no les parece asombroso, mama está cerca- Respondía mientras se sentaba en la cama, y haciéndole lugar a David para que también se acomodara en ella.
-Vamos a verla- grito David.
-Cálmate hermanito, dije que está trabajando en las locaciones vecinas, pero me dijo que hoy no estaría aquí, tuvo que ir a arreglar unas cosas a Londres y vendrá en cuanto pueda, me dijo que nos quiere pedir un favor, la note algo nerviosa, creo que duda que le digamos que si-dijo Amaya pensativa.
-Eso es ridículo, nosotros nunca le negaríamos nada a ella ni a Carlos- soltó mi hermano de repente.
-Ya se, es imposible, si papa y mama son las mejores personas del mundo, me pregunto que querrán- murmure.
Nos quedamos en silencio, la verdad es que ansiaba ver a Helen, tenía varios meses que no la veía, aunque hablaba con ella seguido, aunque ella no era nuestra madre, ni Carlos su marido nuestro papa, los queríamos como si lo fueran, ellos me habían apoyado cuando más lo necesite, y para David y Amaya que tampoco son mis hermanos de nacimiento, pero que los quiero como si lo fueran, ellos habían sido un gran apoyo, son las imágenes paternales que nunca tuvieron, y las que yo perdí…
No me di cuenta cuando me quede dormida, pero había despertado un poco exaltada, todo estaba oscuro, y solo la luz de la luna se filtraba por la puerta de vidrio que llevaba hacia mi balcón, sentí a alguien moverse y me gire para ver que en mi cama también estaban David y Amaya dormidos, me inclinen poco y toque los rubios cabellos de David, mi David siempre es mi apoyo, le debía tanto, le debía cada una de mis respiraciones, de mis latidos, el me había mantenido con vida.
-Mere… me haces cosquillas- me asuste un poco, no sabía que estaba despierto.
-Lo siento-
-No te preocupes, solo trata de dormir, mañana tenemos trabajo que hacer-
-está bien, pero David, me puedes abrazar, por favor-
Abrió sus ojos, y me vio, supe lo que había visto en ellos, la misma expresión por la que algunas noches dormía con él, la misma por la que muchas Amaya ha venido a tranquilizarme en las noches…
No dijo nada solo me regalo un sonrisa y me jalo con su brazo, me acomode recargando mi cabeza en su pecho y él me envolvió con su brazo por mi cintura, entonces oyendo los latidos de su corazón, me quede dormida, oyéndolo vivo…
.-.-.-.-.-.-
Los siguientes días pasaron y ni me di cuenta, como siempre desde hace dos años, saturaba mi mente con cosas que hacer, arreglamos la casa, desempacamos cosas, hice comidas elaboradas todos los días, también me ocupe de las cosas del hotel, nosotros tres y yo trabajábamos para Carolina Hotz , dueña de uno de los grupos hoteleros más importantes a nivel mundial, teníamos este trabajo con ella, entendía que no siempre podíamos estar en un hotel 8 horas, pero nos habíamos preparado mucho, mis hermanos y yo teníamos una licenciatura en H y T, varios cursos en logística de eventos y en poco tiempo terminaríamos una maestría en Promoción y Desarrollo Turístico.
Sabíamos que free flying nuestro grupo no duraría para siempre, nos gustaba, era relajante cantar, era como vivir la vida de otro, pero también nos gustaba tener asegurado nuestro futuro, por eso nos habíamos puesto la meta de tener una carrera establecida además del grupo.
Nos encantaba el trabajo de hotel, podías tener contacto con la gente siempre, pero era complicado porque no podíamos cumplir horarios específicos, además de que no nos gustaba encerrarnos en un lugar, éramos libres, y nunca dejaríamos que nadie nos quitara eso.
Pero también nos manejábamos como una pequeña empresa, cuando nos contrataban, nos contrataban juntos, era como paquete, estábamos capacitados para hacer que cualquier hotel fuera reconocido mundialmente, y por eso nuestro trabajo implicaba muchos viajes, para conocer los mejores proyectos.
Así éramos, dedicados a nuestro trabajo, pero libres…
SEBASTIAN PVO
Los días de grabación se volvieron extenuantes, y era mejor así, ya que hace dos días, había terminado mi relación con Tanya.
Decidí cerrar mi mente a ese tema, yo la quiero y es duro dejarla ir cuando sabes que la partida no es porque ya no haya amor, si no por perseguir su sueño, había decidido que terminaría las grabaciones aquí y después de sorpresa la iría a ver, si eso es lo que haría.
-Helen nos quiere ver a los tres en su cuarto- me sorprendió un poco, no había oído a mi hermana llegar, estaba parada en la entrada del cuarto que me correspondía en la locación.
-¿Sabes para qué?-
-No, a mi me aviso Ben- no dijo mas y salió del cuarto, a Leila no le gustaba que nada la tomara por sorpresa.
Tome mi suéter y me dirigí al cuarto de mama, tenía varios días que no hablaba con ella, había estado muy ocupada con lo de la ultima locación, pero hoy cuando llego la oí gritar muy emocionada a Frank que tenía una gran idea para ese problema, no supe a que se refería porque yo tuve que ir a maquillaje. Cuando estuve dentro de la habitación de mama, pude ver que mis hermanos ya estaban ahí sentados en su cama y ella en una silla
-Pensé que nunca vendrías- bromeo Tom y yo solo rodé los ojos.
-Hijo, siéntate, tengo que hablar con ustedes- me señalo el lugar vacio en la orilla de la cama, para que quedara a lado de Leila.
-¿Estás bien?, ¿le paso algo a papa?- pregunte de repente.
-No es nada grave, de hecho es algo que ver con la película y necesito que me ayuden- solté un suspiro al saber que ella y papa estaban bien.
-Claro que si Helen, puedes pedirnos lo que sea- Tom adoraba a mama, nunca le negaría nada.
-Verán, saben que en el guion ustedes viven en una casa grande, algo moderno y elegante, y Frank y yo por más que buscamos no pudimos lograr el poder hacer una locación así aquí, y si lo hiciéramos quitaríamos dinero de otros aspectos de otros stands para poder reunir todo lo que lleva, además de que no tenemos demasiado apoyo económico por qué no creen que la historia tenga tanto éxito - explicaba mi madre, y por alguna razón no se veía molesta por no haber conseguido, de hecho se veía feliz y no supe porque…
-Entonces, bueno, ¿han visto la casa de enfrente?-
-es imposible no verla- conteste.
-Bueno, pues necesito que me acompañen, lo más seguro es que ahí grabemos algunas escenas pero necesito que las personas de ahí los conozcan, son algo… reservadas… pero creo que podríamos llegar a un acuerdo con ellos- Helen nos miraba cautelosos esperando nuestra respuesta.
-¿Vamos a grabar ahí?,…- mi madre asintió con la cabeza.
-Todavía no está cerrado el trato, pero hoy iré a hablar con ellos, pero es importante que ellos sepan quienes son ustedes y los conozcan- explico.
-Mama eso es imposible, no creo que ellos acepten, se ve que han de ser muy espacialitos y prepotentes- Tom refutaba.
-¿Pensé que te gustaba Amaya?- dije.
-ohh, claro que me gusta es preciosa, pero ha de ser una mujer muy frívola, se ve a leguas, estoy casi seguro de que no nos dejaran grabar ahí-
-Thomas, no está bien que juzgues a la gente sin conocerla, tú no sabes todo lo que una persona puede venir cargando de su pasado- mamá se notaba molesta, y eso era muy raro en ella.
-Solo les pido que me acompañen, pero tampoco los voy a obligar si quieren ir conmigo los esperare afuera y en cinco minutos iré para la casa- diciendo esto salió del cuarto.
-¿no la notan rara?- susurro Leila.
-Sí, de hecho Ben me dijo que la vio muy sonriente- Tom estaba serio porque mama lo había regañado.
-Sera mejor que vayamos, y la acompañemos, será mejor estar con ella si ellos rechazan su pedido- dije poniéndome de pie y empujando a mis hermanos para salir.
-Gracias por venir- decía mi mama dándonos la espalda, mientras veía hacia arriba como el cielo se pintaba de muchas tonalidades rojizas, gracias al crepúsculo.
-¿Cómo sabias que éramos nosotros?-
-Los conozco, son mis hijos los puedo reconocer en cualquier lado- dijo volteando para darnos una sonrisa y haciendo una inclinación con la cabeza para que nos acercáramos, la abrazamos los tres, no sabíamos como lo hacía, pero nunca nos hacía sentir mal, ella debe ser la mejor madre sobre la faz de la tierra.
AMAYA PVO
Frank, estaba sentado en la sala, había llegado antes y estábamos platicando de varias cosas, lo había conocido por Helen hace algunos años, el me había ayudado mucho en ese tiempo, y era una de las pocas personas que realmente nos conocía, sabía todo lo que mi corazón guardaba.
-Por estar en la plática ya no te pregunte, gustas algo de tomar- dije avergonzada por no haberle invitado nada antes.
-Agua, por favor- decía viendo su reloj.
-¿Falta mucho para que lleguen?- pregunte.
-Impaciente por verlos, ¿verdad?-
-Si ya quiero ver a Helen y Carlos- casi brincaba en mi asiento.
Me levante de mi asiento y fui por la bebida de Frank, estaba en la cocina cuando recibí un mensaje de Meredith decía que venían en camino, solo que se le había hecho un poco tarde, llegaría en unos 10 minutos, cuando buscaba el vaso oí que sonaba el timbre.
-Frank, ¿puedes abrir por favor?- grite desde la cocina.
-Claro, yo voy- me contesto.
Después de unos momentos oí varias voces, entre ellas la de mama…
Sebastián PVO
Justo cuando Helen toco la puerta, apareció papa y tomo su mano, dijo un hola chicos y esperamos a que abriera la puerta… ¿Qué hacia Carlos aquí? ¿No son asuntos de trabajo?, mis hermanos tenían la misma cara de duda pero no tuvimos tiempo de preguntar nada, porque en ese momento abrieron la puerta
-Frank, que bueno que llegaste a tiempo- dijo mi madre, viendo como el director ya estaba ahí.
-Claro, llegue hace un rato, pasen, Amaya me pidió que los hiciera pasar- se hizo a un lado para que pudiéramos entrar los cinco.
Me quede embobado viendo la casa, era muy bonita, tenía un aire de tranquilidad, las grandes ventanas, los adornos de cristal, pero también con cosas rusticas, esta casa era una verdadera obra de arte, tenia de todo un poco, antiguo y moderno juntos, pero remarcaba claramente que aquí vivían jóvenes, caminamos en dirección a la sala por la cara de mis hermanos se podía adivinar que ellos también estaban asombrados por la casa, y si era perfecta para la casa que se describe en el libro de nuestra película, bellísima, hasta daba miedo tocar algo porque parecía que todo era único e irrepetible, me extraño que mis padres parecieran familiarizados con la casa, no les sorprendía nada de ella.
Detrás de una puerta de vidrio que se veía desde el recibidor, estaba la sala, era grande, dos paredes eran de vidrio, y en una de ellas había una puerta que conducía a la terraza que yo había visto varias veces desde el set, me senté en el sillón más grande con Leila y Tom, mis papas se quedaron parados cerca de la chimenea, arriba de ella había muchas fotografías, no alcanzaba a distinguir a nadie en ellas, pero mis papas sonreían al verlas, algo raro estaba pasando…
Mis hermanos y yo nos lanzábamos miradas interrogativas pero nadie decía nada, el silencio no era incomodo, pero la duda si, de fondo se oía Yiruma y su piano, era tan tenue la música que casi podías pensar que estaba en tu cabeza, me relaje un poco, seria agradable grabar aquí, hasta podía decir que me gustaría algún día pasar algunos días en esta casa, estaba en mis divagaciones cuando vi como mi hermana se inclinaba un poco hacia el frente para quedar en la orilla del sillón, observaba algo detenidamente, seguí la dirección de su vista y vi una fotografía, estaba colgada en la pared, era imposible no verla, ya que su tamaño era considerable, en ella aparecían Amaya, David y Meredith, me sabia los nombres gracias a mis hermanos, los tres estaban parados vestidos con uniformes, ellas llevaban un vestido negro arriba de la rodilla con tirantes gruesos y abajo una blusa blanca, con botas largas negras, y una boina del mismo color, las dos se veían muy guapas, con sus cabellos sueltos, y parecían agitados por el aire, David vestía un traje de los mismos colores, solo que sin boina, y todos llevaban un pequeño prendedor dorado sobre el lugar donde estaba su corazón. Los tres sonreían, David las abrazaba y ellas recargaban su cabeza en cada hombro de el, la verdad es que la fotografía era como si pudiera ver una imagen mía con Tom y Leila, creo que solo así podría explicar el grado de felicidad y amor mostraban ellos en la foto.
No podía identificar bien el panorama, hasta que visualicé bien el edificio de atrás, claro, ese uniforme yo lo conocía, era el “London Culture”, uno de los colegios más famosos y caros de toda Inglaterra, era muy difícil entrar en él, yo nunca me había movido en ese ámbito social, ya que aunque mi papa fuera un destaca medico y cirujano, siempre fui a escuelas públicas, para nunca perder el suelo, y la verdad yo era feliz con eso, gracias a ello ahora tenía a mis hermanos conmigo.
-Helen, te puedes encargar, me acaban de hablar de Londres, tengo que ir a revisar unos papeles- Frank me saco de mis pensamientos.
-Claro que si, ve con cuidado- le dio un beso a mi madre en la mejilla y se despidió de Carlos con un apretón de manos.
-Siempre, salúdame a Mere y a David, luego pasare a saludarlos, me iré a despedir de Amaya que está en la cocina- decía recogiendo sus cosas. – Chicos nos vemos mañana- nos dijo y con eso salió disparado. Me pareció que la forma en la que menciono sus nombres era muy familiar, como de confianza.
Mis padres siguieron en lo mismo de las fotografías, hasta que después de unos minutos oímos la puerta, pensé que se le había olvidado algo a Frank…
-David, llegaste, bienvenido a casa-
Amaya PVO.
Decidí servir mas vasos de refresco, ya que hace un momento solo llevaba el de Frank, pero ahora ya habían llegado los demás, y pude oír muchos pasos, eso quiere decir que eran más personas, a los pocos minutos Frank entro volando a la cocina, dijo que por un asunto no se qué… pero se tenía que ir, y con la misma salió. Tome una bandeja para llevar los vasos pero cuando iba saliendo de la cocina, vi que se abría la puerta.
-David, llegaste, bienvenido a casa- dije saludando a mi hermano, siempre decíamos eso cuando alguno de nosotros llegaba y nos dábamos un beso en la mejilla, me acerque a él y de una maniobra muy rara para no tirarle los vasos encima le di un besito en su cachete, el solo se rio.
-Deja te ayudo- tomo mi bandeja, y yo tome su maletín, me dio un beso en la frente y caminamos hacia la sala, no sabía a quién había traído mi mama, pero esperaba que no fuera nada malo.
Cuando llegamos a la sala, pude ver las espaldas de Carlos y Helen, veían algo entretenidamente, pero lo que me llamo la atención fue que en nosotros se clavo la vista de las tres personas que estaban sentadas, mi hermano dejo la bandeja sobre la mesa de centro y se incorporo otra vez a mi lado.
-Buenas noches- dijimos.
En ese momento Helen y Carlos voltearon, creo que cuando todos cruzamos miradas una enorme sonrisa se formo en nuestros rostros, era tanto tiempo sin vernos, rápidamente nos acercamos a ellos, yo abrace a Carlos y David a Helen, nos dijimos muchos: Te extrañe, tanto tiempo, te quiero, mami, papi…
-¿Papi?- dijo la joven de la sala.
Me gire para verla, era pequeña pero muy bonita, me solté de mama, ya que también la había abrazado, y me dirigí a ella, me pare enfrente y estire mi mano.
-He sido una maleducada, Soy Amaya Blair- me vio un poco desconcertada, pero inmediatamente acepto mi mano.
-Son mis hijos- dijo Helen a mis espaldas, mis ojos se llenaron de lágrimas pero no deje que se me escaparan, me gustaría que mi madre alguna vez hubiera dicho con ese orgullo: Son mis hijos.
-Son Sebastián, Leila y Tom Wells - confirmo Carlos, solo les di un asentimiento con mi cabeza.
-Es un placer al fin conocerlos, mama siempre habla de sus hijos con tanto orgullo, que me moría de ganas de saber quiénes eran- mi hermano también los saludo de mano, pero ellos parecían un poco desubicados, como si no entendieran nada, bueno y no esperaba que entendieran, no creo que Helen y Carlos les hayan contado cómo fue que nos conocimos.
SEBASTIAN PVO.
¿Mama? ¿Papa? ¿Qué mis padres tenían una vida secreta que yo no conocía?, bueno no tan secreta ya que los Blair sabían de nosotros.
Se sentaron en el sillón de enfrente de nosotros, Carlos abrazaba muy cariñosamente a Amaya que se sentó a su lado, y David rodeaba los hombros de mama, si no es porque sé que son mis padres, juraría que son los de ellos.
-¿Por qué tardaron tanto en venir?- pregunto la rubia.
-había muchas cosas que arreglar antes de venir, sabes que tengo muchos pacientes-
-sí, entiendo-
-Pero ahora los veré más por un tiempo, ya que estoy en la locación de enfrente, así que nos veremos muy seguido-
-Eso espero mama, además Mere anda desesperada por verlos- ¿Mere?, ¿Dónde estaba Meredith?, yo la quería ver.
-Mi Mere siempre de impaciente, ¿de hecho como ha estado?- pregunto Carlos
-Muy bien, ya es nuestra Meredith otra vez, ríe mucho, y se ocupa de varias cosas para estar tranquila, aunque a veces hay noches en las que amanece en mi cuarto o en el de Amaya- explicaba David… ¿Por qué Meredith se pasaba a dormir con ellos? ¿Ríe mucho? ¿Nuestra Meredith otra vez?, no entendía nada.
-Es normal, sabes que siempre va a haber fragmentos grabados que ella inconscientemente recuerde-
-Sí, lo entiendo, pero lo bueno es que ella en este momento está muy contenta, en un momento que llegue la veras-
-¿De hecho donde esta?, ya hace un momento que oscureció- mi madre pregunto preocupada.
-Calma Helen, me dijo que se le había hecho un poco tarde pero que llegaría en cualquier momento-
-¿No será que anda con alguien?- bromeo mi padre. Ella es muy bonita, de seguro debe de tener novio.
-Bueno fuera, sabes que esa mujer está cerrada a las relaciones-Aseguro Amaya
-Sigue con lo mismo, no lo puedo creer, pensé que eso ya lo había superado- contesto mi madre
- A mí también me encantaría que se encontrara a alguien que la amara, bueno de hecho no es que se lo encuentre, ya sabes que a ella pretendientes no le faltan, el problema es que ella no acepta a nadie- bufaba David… ¿Por qué ella no acepta a nadie?
-Sabes que eso no es posible, yo no salgo con nadie- nos sobre exaltamos a oír su voz en la entrada de la sala, no nos habíamos dado cuenta de que había llegado, se veía hermosa, venia con un vestido negro ejecutivo y una zapatillas negras, su sola presencia imponía.
MEREDITH PVO.
Llegaba tarde, genial mi mama vendría a casa y yo con mis tardanzas, cuando llegue, se me hizo raro que ni David ni Amaya me recibieran, siempre lo hacían con un beso en la frente… deje mis cosas en el recibidor y me dirigí hacia donde venia el sonido, oí como hablaban de mi, como si conseguir una pareja fuera pan comido para mí, no, eso estaba fuera de mis alcances, nunca nadie se arriesgaría ni yo lo arriesgaría. Vi que en la sala también estaban tres personas más, entre ellas el tipo guapo del balcón, era más guapo de cerca, no me oyeron llegar, y se sorprendieron mucho cuando se dieron cuenta que los oí hablar de mí.
Deje pasar sus comentarios, porque inmediatamente Helen y Carlos se pusieron de pie los abrace a los dos al mismo tiempo, se sentía tan bien estar en casa, y sentir su amor
Después de nuestros abrazos y besos me fui a sentar en nuestro sillón individual, para quedar a un costado/en medio de los dos sillones ocupados, cuando estaba a punto de sentarme, me dirigí a las visitas.
-Lo siento, con esto de ver a mis papas no me presente, soy Meredith Hayes- dije extendiendo mi mano hacia ellos que dudaron en tomar pero que al final lo hicieron.
-Somos Leila, Tom y Sebastián Wells los hijos de Carlos y Helen- me dijo poniéndose de pie, mientras los señalaba a cada uno, que también se levantaron para saludarme…. ¿Qué?, no lo podía creer ellos era los hijos con los que tanto amor hablaban mis papas… bueno más bien sus papas, son tan afortunados, solo asentí con la cabeza y me dirigí hacia el asiento
-Hijos- dijo Helen.
-Mande- contestamos todos al mismo tiempo, nos vimos los seis entre sí, y soltamos una risa tímida, esto era tan raro.
-Sí, todos son mis hijos pero me refiero a los Wells - dijo sonriéndonos a nosotros para no sentirnos mal, nunca nos podríamos sentir mal con eso, ya que esos chicos eran la adoración de Helen y Carlos – se que tienen muchas preguntas, pero este no es el momento –solo asintieron pero nos veían con curiosidad a mis hermanos y a mí.
Se hizo un silencio incomodo, nadie decía nada, Amaya tenía su cabeza recargada en el hombro de Carlos que le acariciaba su cabello, como a una niña pequeña, y David y Helen tenían sus manos entrelazadas, solo nosotros sabíamos cuanta falta le habían hecho sus papas a ellos, y solo con los Wells se habían abierto y dejado querer de esa manera…
SEBASTIAN PVO
Esto estaba más que incomodo, no sabía si decir algo, o parar e irme, no entendía nada, parecían tenerles mucha confianza a mis papas, pero yo en mi vida los había visto, entonces de donde se conocían…
Mi mirada siguió recorriendo la escena, Leila estaba estática a lado de mi, sabía que estaba celosa, ya que desde que mis papas la adoptaron ha sido la princesa de papa, y ver que había alguien más, que ni siquiera sabía de su existencia la desconcertaba, además de que no era solo una, Carlos parecía adorar tanto a Amaya como a Meredith.
-¿y cómo van con sus estudios?- pregunto Carlos para romper el hielo.
-Vamos bien, de hecho tienes que suspender todas tus consultas para dentro de un mes- contesto Meredith.
- ah, así que fuiste tú quien cancelo mis citas para finales del otro mes, mi asistente solo me dijo que había habido cambios, ¿se puede saber porque señorita?- dijo fingiendo un tono enojado que no le salió para nada bien.
-Fue una conspiración entre los tres, en un mes nos entregan los papeles de la maestría, y queremos que estén presentes- la defendió David
-Eso es grandioso, felicidades, estoy muy orgullosa de ustedes- les dijo Helen casi brincando del gusto.
-Si de eso se trata, no hay problema, puedes cancelar todas mis citas, yo también estoy muy contento y orgulloso de que hayan cumplido su meta, e iré como el papa más orgulloso-
-Bueno, pero dinos eso que nos querías pedir Helen, la verdad estoy con la duda- Dijo Amaya incorporándose un poco para quedar bien sentada.
-pues miren, verán yo les quiero pedir un favor, un enorme favor- empezó mi madre.
-Ya saben que ando trabajando en las locaciones de aquí alado, y pues necesitamos un set de grabación, el problemas es que nuestro presupuesto no es mucho, y nos hace falta una casa, algunas tomas en esa casa, sé que es mucho lo que les voy a pedir, pero quiero saber si ustedes me prestarían su casa para grabar, esta casa, no se los pediría si no fuera necesario-
-¿quieres grabar aquí?- titubeo Meredith
-Sí, miren si no aceptan no hay ningún problema, yo lo entenderé-
Se quedaron callados un minuto…
-Nos disculpan un momento- se levanto David y salió de la sala seguido por las chicas.
Seguimos en silencio, se oía un leve cuchicheo a lo lejos pero no se entendía nada, estoy casi seguro que nos dirán que no, Tom me dio un leve golpe en un costado, y gire a verlo, en sus ojos se veían muchas preguntas, a lo que solo negué con la cabeza, para que supiera que andábamos en las mismas.
En menos de cinco minutos volvieron a entrar y se sentaron donde estaban antes.
-si mama, sabes que si puedes grabar aquí- le dijo David ¿Qué? ¿Habían dicho que si? Pude ver la cara de sorpresa de mis hermanos.
-gracias, muchas gracias, no saben lo que significa que me ayuden con esto-
-Helen, pero ¿vendrá mucha gente?- pregunto temerosa Meredith
-No hija, solo la necesaria, yo supervisare todo, también vendrán ellos- nos señalo- ellos son los que grabaran aquí, así que por lo menos a ellos si los conoces, y con la gente de producción, seleccionare a los de mi confianza, sé que esto ha de ser un poco complicado para ti Mere pero, aquí no entrara nadie que no haya pasado revisión exhaustiva conmigo-
-Gracias- suspiro aliviada, ¿Por qué tanto problema con eso de la seguridad?
-Bueno además, mira no es mucho lo que te podre pagar por la renta, pero lo demás yo lo pondré de mi bolsillo, se que esta casa es muy cara, y no puedo entrar así como así- Helen le explico.
-De eso nada Helen, ¿Cómo crees que te vamos a cobrar?- bufo Amaya.
-es lo justo, ustedes me prestan su casa, y yo les pago su renta, yo perfectamente sé lo que cuesta una renta así, no se les olvide que yo decore esta casa- ¿Helen decoro la casa?, así que ella ya había estado aquí.
-Definitivamente no, eso no está a discusión-
-Claro que si, les hare llega el cheque-
-Si nos haces llegar el cheque, no te prestamos la casa- termino Meredith ¿Qué rara conversación?
-Mere- susurro Carlos.
-Bueno hagamos algo, ya se una forma en la que me puedes pagar- Claro ya sabía yo que tanta belleza no podía ser cierta, de seguro era igual que todas ambiciosas y frívolas, espere a que dijera lo que quería, a lo mejor pedía un carro, o un viaje, pero lo que dijo me dejo mas confundido.
-La semana que entra tendremos una fiesta aquí en la casa, de hecho, si no te molesta te pediría que ese día no grabaran- comenzó a explicar.
-Claro, cuenta con eso- respondió Esme.
-Bueno entonces, en vez de que me pagues, porque no hacemos una recolecta, pídele a todos los que te puedan apoyar de tu equipo de producción con un juguete nuevo, y que no requiera pilas- ¿para qué quería juguetes sin pilas?
-¿un juguete?- pregunto Carlos, miro con una duda en su rostro a Meredith, hasta que pareció que la claridad le había llegado – no lo puedo creer, a poco ya es la fecha- ella solo asintió.
-Lo había olvidado, pero está bien, le pediré a cualquiera que me quiera apoyar con eso, y también cuenta con que ese día la casa no se ocupara- le confirmo mama.
-Gracias-
-Helen, otra cosa, si no es mucha molestia, nos gustaría que hubiera dos lugares que no queremos que se usen, si es posible- pregunto Amaya.
-Claro que si chicos, y ya sé que me vas a pedir, por supuesto que las habitaciones no se van a tocar, principalmente por Mere, y la biblioteca/estudio tampoco- otra vez con la seguridad de Meredith.
-Gracias- contesto ella.
-Por lo demás, creo que todo estará bien, va a ser maravilloso verte seguido Helen y espero que tu también vengas seguido papa- pidió Amaya.
-Tratare-
Se oyó un teléfono sonar a lo lejos, David se paro corriendo y disculpándose por salir de la sala, estos tipos eran muy educados, la verdad es que nunca imagine que fueran así, pensé que eran unos niños mimados.
-Espero que ustedes se sientan cómodos aquí- nos sonrió Meredith a mis hermanos y a mí.
-Gracias, y no te preocupes, cuidaremos todo muy bien- dijo Tom relajado.
-Hay… ¿Thomas?- pregunto dudosa por saber si había acertado con el nombre mi hermanote solo le dedico una sonriso enorme – si, tu eres Tom, bueno por eso no te preocupes, no quiero que si se llega a romper algo vayas a salir corriendo de aquí, todo lo de aquí es material, lo importante es que su trabajo salga bien ¿no crees?- le regalo una sonrisa hermosa, que me hizo desear ser yo quien le hubiera preguntado algo.
-Así se habla chica- le respondió Tom riendo estrepitosamente, haciendo que todos riéramos.
-nos tenemos que ir- dijo entrando David a la sala.
-¿Por qué?- preguntaron Amaya y Meredith preocupadas.
-Ocurrió un problema en el hotel, tenemos que ir a revisar algo con lo de los contratos- después vio a mis papas- lo siento tanto, nos tenemos que ir, es una emergencia, se arruino la noche, íbamos a pedir la cena- dijo apenado.
-No te preocupes, nosotros entendemos- lo calmo Helen.
-Bueno creo que será mejor que nos vayamos- dijo Carlos dirigiéndose a nosotros.
-No, no es necesario-
-Claro que si Amaya, ustedes ya se van-
-No, tranquilo, es mas esperen un momento aquí en la sala, iré a buscar algo- dijo Meredith saliendo corriendo.
Nos quedamos ahí parados esperando a que ella regresara, mientras que Amaya y David se despedían de nosotros y salían, nos dijeron que nos esperaban pronto, y no solo por trabajo, se veía que eran buenas personas, educados, y yo los había catalogado mal. En un par de minutos Meredith volvió a entrar a la sala, y se dirigió a Helen.
-Ten, es un juego de llaves de la casa, es mejor que las tengas tu, para en el momento en el que quieras entrar, y Helen, la alacena y el refrigerador, están surtidos, si llegas a querer algo, tu o alguno de la producción no dudes en tomarlo, lo que hay aquí es para todos-
- Gracias Mere- le dijo mi madre, ella le dio un abrazo y después se despidió también de Carlos, nos dijo un nos vemos pronto y vuelvan a nosotros, se giro para irse, cuando Helen la detuvo del brazo.
-Tengo que hablar con ellos, ¿te importaría mucho si lo hago aquí?-
-en lo absoluto, te quedas en tu casa- le dijo y se dio la vuelta, cuando había pasado el umbral de la puerta de la sala se giro y vio a mi mama.
-Mamá, sobre… tu sabes… - dijo dudosa y temerosa.
-No Mere, sobre eso no, hay cosas que a mí no me tocan decirlas, tu decidirás si algún día se los quieres decir-
-Gracias- le dijo viéndola tristemente, enfoco su vista en mi y sus ojos estaban vidriosos, quería llorar, pero bajo su mirada y cuando la levanto otra vez ya había recuperado la compostura, sonrió tímidamente y salió.
-es mejor que se sienten- dijo Carlos, sabía que nos explicarían a que se debía tanto amor fraternal entre ellos y los habitante de aquí, era algo que se me hacía muy raro, no era raro que mis padres tuvieran amor paternal por mas personas, lo habían demostrado cuando les dieron su apellido a Leila y Tom, para poder ayudarlos con su educación, lo que era raro es que nunca me hubiera enterado de su existencia, el amor es algo que mamá no puede ocultar, y por la forma en la que vi que papá los trato, me di cuenta que el tampoco, ellos eran muy especiales para ellos, entonces porque lo ocultaron, debe de haber una razón muy fuerte para eso.
Me perdí unos minutos en el retrato de ellos tres en su colegio, pero centre mi vista en la imagen de Meredith… hace unos momentos que cruce mi mirada con la de ella pude ver dolor en sus ojos, pero también fortaleza, era una mujer muy atrayente, ejecutiva, cantante, estudiante, de todo un poco, además de amable, dulce y hermosa.
¿Qué hay detrás de ti Meredith? … ¿Por qué estás sola?... pensé viendo su sonrisa en la foto…